domingo, 5 de febrero de 2012

Mi alegría por la derrota de Carmen Chacón.

Una vez concluido el trigésimo octavo congreso del Partido Socialista Obrero Español, es hora de llegar a una serie de conclusiones que nos darían para escribir un libro, aunque yo solo me detendré en el análisis de la derrota de Carmen Chacón (si ella misma dice que su padre la llama así, no seré yo quien la llame Carme), quien, en mi opinión, ha sido la gran derrotada del congreso, por mucho que haya perdido la lucha por la Secretaría General por 22 votos únicamente. Normalmente no me suelo alegrar o entristecer por los resultados políticos, no porque no me interesen o porque me dé igual uno que otro, sino porque considero que puedo estar equivocado y en política nunca se sabe lo que puede pasar.

Sin embargo, en esta ocasión me he alegrado del resultado del 38º Congreso del PSOE, no por la victoria de Rubalcaba, por el cual no siento una especial simpatía ni antipatía, sino por la derrota de Carmen Chacón. Podrán pensar ustedes que es un sentimiento bastante primario del que uno no debería presumir, por lo que voy a tratar de explicar las razones por las que prefería una victoria del que a la postre ha resultado ganador del congreso.

Podría ser debido a que soy un machista redomado, como me acusaron dos "tuiteras" tras un "tuit" mío en el que al final del discurso de la candidata a la secretaría general del PSOE dije que me había parecido un gran discurso de Miguel Barroso. Algo de ingenio tuvo que tener el comentario ya que Pedro J Ramírez decidió retuitearlo. Como bien expliqué a estas compañeras del "microblogging", no es de muy machista haber votado a Esperanza Aguirre hasta cuatro veces (sí, cuatro, dos en 2003, una en 2007 y otra en 2011) o haber votado a Rosa Díez una vez. Una de estas "tuiteras" tuvo el gesto de pedirme perdón posteriormente, lo que, desde luego, le honra.

Podría también deberse esta preferencia por el candidato alternativo al feminismo trasnochado de Chacón, a su poca preparación o al no haber trabajado nunca (lo siento, haber sido profesora de Derecho Constitucional en la Universidad de Gerona durante un breve periodo no me parece mérito suficiente para alguien que aspira a ser Presidente del Gobierno), o a su progresismo iluso de salón ("yo soy de Felipe González porque con Felipe tuve mi primera beca y fuí a la Sanidad Pública", razonamiento bastante absurdo, puesto como dijo mi padre al escuchar semejante parida, "por esa regla de tres yo tendría que ser de Franco"), pero no, creo que estas "virtudes" socialistas no son patrimonio de la candidata de Roures, sino que el ya Secretario General también las cultiva.

Por cierto, alguien me tendrá que explicar la política de uso de los géneros que se sigue en el Partido Socialista. Me resulta cargante y rídiculo el uso de "compañeros y compañeras", "trabajadores" y "trabajadoras", pero me resulta más rídiculo la falta de coherencia en ese uso, fíjense que en un mismo discurso desdoblan el género o usan el masculino indistintamente. Me lo expliquen.

El tema rozó el rídiculo durante el discurso cuando Chacón hizo una semblanza de la historia del PSOE, diciendo que el primer Congreso se celebró en Barcelona en 1888, al que asistieron dieciocho delegados, y el segundo dos años después en Bibao, al que asistieron doce. Prosiguió Doña Carmen con "a aquellos delegados y delegadas les debemos mucho". Desconozco los nombres de los asistentes, pero me jugaría bastante dinero a que entre los mismos no se encontraba ninguna mujer, Doña Carmen. Lo dicho, rídiculo.

No es lo único ridículo  que nos ha deparado el congreso. Ver a niñatos de la LOGSE y a tardofranquistas de pacotilla cantando "la Internacional" puño en alto, provocaría vergüenza ajena si no fuera por la cantidad de delitos de sangre que perpetraron gentes que cantaban dicho himno.

Yendo al grano, el motivo por el que creo que la derrota de Carmen Chacón es buena es por su política territorial, profundamente nacionalista. Su apoyo a la inmersión lingüistica, sus continuas quejas copiadas del discurso victimista de Convergencia, su apoyo al Estatuto deslegitimando la sentencia del Tribunal Constitucional, lo que no deja de ser bastante poco democrático, todo ello con un buen aderezo de márketing y buenismo (lo que hizo que Rodríguez Ibarra dijera de ella que Chacón era "Zapatero con faldas"), hace preferible, sin duda alguna, una victoria del otro candidato.

Es más, me atrevo a lanzar un pronóstico que espero que no se cumpla. Si Carmen Chacón llega a la Presidencia del Gobierno, España avanzaría inexorablemente, más si cabe, hacia una Confederación a la belga, en la que Cataluña seguiría formando parte de España, pero con una confrontación económica y social con el resto del Estado que haría imposible cualquier vuelta atrás.

Como he dicho, espero que el pronóstico no se cumpla y que tras este Congreso se haya diluido cualquier opción de la señora Chacón Piqueras de llegar a la Presidencia del Gobierno.

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