Como buen aficionado al ciclismo que soy, no podía dejar de comentar la noticia del día, que no es otra que la sanción de dos años impuesta por el TAS a Alberto Contador. Vaya por delante mi admiración al campeón de Pinto, pero creo que el tema tiene enjundia.
No voy a entrar en si Alberto Contador ha sido bien sancionado o no, para eso recomiendo lean el blog de Xavier Sala-i-Martín o sigan a Tsevanrabtan en Twitter. Conclusión a la que llegan y que explican mejor que yo. Contador dio positivo por clembuterol en sangre, hecho de por sí sancionable. Les pido se ahorren leer los comentarios de Pedro J Ramírez en la misma red social si no quieren morirse de la vergüenza ajena.
Pedro J no es el único periodista que deja la objetividad al margen. Pueden leer varios ejemplos de periodismo forofo en diferentes medios (1) y (2).
Esta situación me recuerda a otra similar que se dio en 1994 cuando el gran Maradona dio positivo por efedrina en el Mundial de EE.UU, después de dos partidazos en los que amenazaba con volver a ser decisivo y Argentina volvía a entrar en todas la quinielas, dejándonos esa imagen inolvidable de su celebración del gol a Grecia gritando a la cámara. Pues bien, José María García aportaba como gran prueba de que no se había dopado que el genio argentino juraba por sus hijas que no había tomado nada prohibido. Me acuerdo como si fuera ayer de los chillidos de García en la radio "Pero coño, si el mismo jugador te está jurando por sus hijas que no se ha dopado. ¿Qué más necesitas?" Inenarrable Supergarcía. Qué pena que no puedo recuperar el, como diría García, "impresionante documento sonoro".
Pues lo dicho, la prensa forofa española, a la altura del betún.
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