Cuando yo invito a cenar a alguien a mi casa, pienso en toda la cena, incluido el vino, que para mí es una parte fundamental. Si alguien me trae una botella de vino, tengo a bien llevarla inmediatamente a la despensa y abrir las botellas que yo tenía preparadas.
Si he sido invitado a cenar a casa ajena, suelo enviar un mensaje ofreciendo llevar vino, o postre, o lo que haga falta. Eso puede entenderse como una norma de cortesía. Aparecer con vino en una cena sin avisar es, desde luego, un error.
Por lo tanto, desde aquí recomiendo a quien sea invitado a comer o cenar a casa ajena, que se gaste el dinero del vino en flores, aceite o cualquier otro regalo para su anfitrión, pero que no cometa la "paletada" de llevar vino sin avisar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario